Hacia tiempo que me rondaba por la
cabeza la idea de subir a “Pena Trevinca” (el pico más alto de Galicia), pero como
siempre en mi caso corriendo, esa es la forma en que yo disfruto de la montaña.
Se dieron las circunstancias, las
previsiones climatológicas eran buenas y al fin pude realizar este sueño,
también coincidió una buena época ya que antes suele estar nevado y más hacia
el verano hace demasiado sol y calor, además en esta época aún podemos
disfrutar de los neveros que aún no se han derretido. Decidí tomar una de las rutas bien
señalizadas que parten de la localidad de San Pedro de Vilanova. Me alojé en
Viana do Bolo y para tomar la ruta me levante bien temprano y me dirigí en
coche al punto de partida. Ya en las proximidades de Vilanova cuando iba en
coche me di cuenta del patrimonio natural de la zona, encontrándome en las
márgenes de la estrecha carretera bastantes perdices, aves que volví a ver a mi
regreso por la misma zona.
El área natural denominada “Os Montes de
Pena Trevinca” es un espacio natural de
unas 25.000 Hectáreas protegido bajo la Red Natura 2000, en donde se encuentran
los tres picos más altos de Galicia, Pena Survia (2.122 m) , Pena Negra (2.123
m) y Pena Trevinca (2.127 m) que lo es también de la provincia de Zamora.
Lindando este macizo con el Parque Natural Lago de Sanabria. En estos montes
podemos disfrutar de paisajes subalpinas de más de 2000 m de altitud y que solo
se ofrecen en Galicia en la confluencia de las sierras do Eixe, Calva e
Segundeira. En este espacio también podremos encontrar joyas naturales como el
“Teixedal do Casaio” formado por un conjunto de unos 300 Tejos centenarios,
siendo el bosque mas viejo de Galicia y un bosque único en Europa. Este conjunto de tejos
representa la muestra de una vegetación cuyos orígenes se remontan a las masas
de tejos que existieron coincidiendo con su período de auge allá por el
Terciario. En este sentido, aunque de los tejos que hoy contemplamos en Casaio
no es ningún ejemplar muy anciano, el “teixedal” es de una edad que se cuenta
por cientos de miles de años y es ahí donde radica su excepcionalidad. La zona
también está declarada como de Especial Protección de Aves (Zepa) en donde
además de múltiples especies de pájaros hay una pareja de Águilas Reales. Todo
esto viene a dar razón a un comentario que oí una persona del lugar a la que le
estaba comentando las maravillas encontradas en mi visita, confirmándome mis
palabras con la respuesta: “Sí, por aquí hay moito bicherio”.
En lo referente a la ruta realizada,
partí de Vilanova por la pista denominada de las minas Alemanas, y es que en su
trayecto nos encontramos con las antiguas minas de Volframio cuyas primeras
prospecciones datan de 1909, pero su explotación fue entre los años 1918 y 1952,
coincidiendo con las grandes guerras y aunque su propiedad parece ser que es de
una familia de Vigo (su primera explotación fue realizada por el consorcio
“Conde y hermanos”) ya en la primera guerra mundial fue explotada por los
Belgas y en 1937 los Alemanes se hicieron cargo de la misma. Al finalizar la
segunda gran guerra, las minas pasaron a manos de la llamada “Comisión Aliada
de Control” que progresivamente se fue deshaciendo de las minas hasta que llegó
la guerra de Corea en donde retomaron su explotación para luego abandonarlas
definitivamente el 1950.
A la derecha del camino tenemos una
vista excepcional del valle por donde discurre el rio Xares, para luego cuando
el camino gira al N.E. cambiar este por el Valle del rio Meladas, luego tomamos
ruta de ascenso con fuerte desnivel a través de un pequeño sendero que en
ocasiones se hace muy difuso por el la espesa vegetación que al ser de alta
montaña no alcanza gran altura pero con la que tenemos que tener cuidado de no
enredarnos los pies, sobre todo si alguien hace esta ruta corriendo como es mi
caso. Al final de esta fuerte subida el porcentaje se aminora tomando una ruta
que circunda las faldas del monte Maluro y nos permite disfrutar de unas vistas
excepcionales del valle del Meladas y "Foxo Castaño", el camino nos lleva hasta
el lugar conocido como Morteira de Campos (o Paula de Campo Raso) sito a 1.848
m. de altura en donde giramos a la derecha y tomamos ruta hacia el Crestón do
Lombo do Roncín (1.986 m.). Para mí esta es la parte del camino más
bonita, desde "O Lombo do Roncín" hasta "A Valiglota" (2.009
m.) el camino discurre por senderos estrechos que en algunos momentos cuelgan
directamente sobre grandes precipicios que dan en su cara norte al valle en
donde se asienta el famoso “Teixedal do Casaio” y en su parte sur el "Foxo
Castaño" y Rio Meladas. Para los amantes de las carreras de montaña es todo un
gustazo correr sobre estos riscos y con estas vistas tan espectaculares.
Disfrute de verdad y en algunos momentos mi imaginación se iba a la alta
montaña del Mont Blanc o alguna de las grandes rutas como la Chamonix –
Zermatt. Después de “A Valiglota”, pasamos la última cresta ya más amplia de “Lomo
Rencín” para dirigirnos a la meta primordial de esta ruta “Pena Trevinca”,
coronada Trevinca y después de disfrutar entre otras de las vistas sobre el
"Valle del Tera" en tierras Zamoranas, emprendo camino hacia el pico
de “Pena Negra”. Es de indicar que en esta parte del camino no hay señalización
alguna por lo que la orientación y la ruta más adecuada para la aproximación a
esta cima corren de nuestra cuenta. Conseguido el objetivo tomamos ruta de
regreso sobre el camino andado hasta “Morteira de Campos” en donde tomaremos
camino recto dirección norte hacia el “Pico Maluro”. Me detuve en el Maluro
para visitar su cima y ver la panorámica a sus pies para luego retomar la ruta
de bajada por un camino ancho de tierra que no tiene mayor interés que las vistas
en nuestro descenso y que nos llevará hasta el punto de partida.
NOTA: He observado que mucha gente toma
desde Vilanova el camino que nos lleva al Maluro con el objetivo de llegar a
“Pena Trevinca”. Mi consejo es tomar la llamada pista de las minas Alemanas
como camino de ida y que tomen el camino del descenso del Maluro para la
vuelta, en donde más relajados y con zona con más dificultad ya realizada
podemos disfrutar de las vistas, ya que esta parte de la ruta no tiene especial
interés en su subida y puede desanimar un poco al que la realiza.