PR-G 164 Senda da Fraga do Barragan
(18.80 Km)
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Fecha realización:
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14 de Junio
del 2014
Datos técnicos:
Distancia: 18,80 Km
Ruta Circular: Si
Grado de dificultad: Moderado
Acumulado vertical positivo: 268
m
Acumulado vertical negativo: 268 m
Altura máxima: 398 m
Altura mínima: 256 m
Tiempo corriendo: 2h 38m
Pausas para visita y fotografía: 30m
Tiempo total: 3h 8m
Descripción:
Saliendo del pueblo de “Moscoso”, la ruta discurre por algunos tramos
pavimentados. Para llegar al lugar de “As Lombas” en donde veremos una poza de
riego y otra que se usaba como lavadero al lado del camino. Para después pasar al
lado de las últimas viviendas. Tomamos el camino de tierra en dirección a la
“Fraga de Barragán”. Salimos de “Moscoso” y continuamos descendiendo
acercándonos a una exuberante y extensa carballeira.
Desde aquí una pista forestal que permanece al lado de la “fraga”, nos
da la oportunidad de caminar por un tendido terreno y poder admirar el
esplendor de la carballeira. Una subida moderada conduce a un camino estrecho
entre muros, que nos conduce a la parroquia de “Xunqueiras”. En lugar de “Cabo
da Raña” veremos la iglesia de San Salvador.
Tomo la ruta hacia el sur por una carretera asfaltada y completamente
plana. Sigo por una pista forestal, para comenzar el descenso que nos llevará
hasta el río Barragán.
Dejo la pista forestal y tomo el sendero indicado como “A Levada das de
Maruxa”, de unos 500m que corre paralelo
al río y que conduce al llamado “Ponte de Pau”, un lugar con mucho valor
sentimental para la gente del lugar, ya que en este punto se encontró hasta los
años setenta un puente de madera que era vital para las comunicaciones de los
residentes Freaza con otras parroquias. Varias décadas más tarde pueden cruzar
el río por el puente nuevo reconstruido en 2012.
A sólo doscientos metros del lugar espera Freaza después de un pequeño
tramo de subida nos encontramos las primeras casas.
Freaza es una pequeña aldea de casas bonitas agrupadas por la que
también pasaremos en el camino de regreso. Esta vez el camino discurre a lo
largo de la parte inferior, pasando entre los edificios están en ambos lados.
Después de dejar atrás las viviendas, el camino pasa otra vez cerca del
río, y poco a poco nos vamos acercando a la parte alta de este. El ascenso es
moderado y con tramos suaves, a medida que avanzamos el paisaje se asemeja más al
de montaña. Nos encontraremos una gran ladera de piedra y después de descender
esta, un gran arbolado, formado en su mayoría por sauces, abedules y Carballos,
esta vez ya en los márgenes del río. En este lugar nos encontraremos con el
primer molino de conocido como “Muiño Agosto”. Continuamos ascendiendo por las
aguas que saltan de roca en roca hasta encontrar una zona de recreo con mesas,
un puente de madera y dos molinos, que se destacan de los demás que nos
encontramos en el río en su cubo, construido con anillos de piedra de
dimensiones y superposición considerable.
Luego tomamos el camino para ir a través de los últimos cien metros de
ascenso durante el cual vale la pena hacer una pausa para echar un vistazo del
largo curso de agua que dejamos atrás y que nos llevó al corazón de la montaña.
Completado la subida, nos encontramos con un paraje de montaña muy
abierto al lado de un valle conocido como “As Chas de Queiron”. Estamos
ubicados en el punto más al sur de toda la ruta, aquí se juntan las dos
corrientes más importantes que dan vida al río, y son los límites entre los
municipios y “Mondariz” y “Fornelos de Montes”. A partir de aquí comienza el retorno
a la “frága”, alejándonos del río durante un buen trecho. Una pista forestal nos conducirá de nuevo hasta el pueblo de “Freaza”.
Esta vez pasamos por la parte alta del lugar, junto a la casa de cultura, y posteriormente
veremos una pequeña capilla que honra a San Antonio. Luego dejamos esta
población para comenzar un suave descenso que,poco a poco nos irá llevando a la
extensa fraga en la que nos introduciremos durante varios kilimetros.
Seguimos bajando y en un breve encuentro de nuevo el río ya no
abandonaremos hasta su desembocadura en el embalse de “Eiras”. Los pasos
llamados “Dos Campos” y “Dos Barcos” nos ayudarán a curzar las aguas en dos ocasiones
y un poco más tarde un puente de piedra por el que pasaremos al otro lado para acercarnos a un importante conjunto
etnográfico perteneciente a “Xunqueiras”, compuesto de tres molinos, presas y
“levadas” al lado de los cual pasaremos durante este tramo, encontrando a continuación el “Muiño Vello” restaurado en su totalidad, el “Muiño Novo” y el “Muiño do Abade, junto al cual se encuentran unas mesas de piedra.
“levadas” al lado de los cual pasaremos durante este tramo, encontrando a continuación el “Muiño Vello” restaurado en su totalidad, el “Muiño Novo” y el “Muiño do Abade, junto al cual se encuentran unas mesas de piedra.
Seguimos recoriendo un suave descenso que se mantendrá hasta que
lleguemos a la presa, unos kilometros más adelante. Unos pasoss de piedra a la
derecha sirven de enlace a la derivación de la ruta desde el lugar de “Pardalongas”
si lo seguimos unos trescientos metros se puede visitar la hermosa cascada
llamada “Pozo Machado”, situado en el río “Pielas”, y un poco más adelante el “Muiño
de Piñeiro”, totalmente restaurado.
Continuamos con el recorrido circular siguiendo la orilla del río,
siempre rodeado de una vegetación impresionante. A continuación, podemos ver
los restos del “Muiño de Perico” y pasamos la “Presa do Triquillón” y su
“levada”, por la cual circulamos hasta el molino, nada más pasar este, nos encontramos
otro molino, el de “Herdeiros” y seguiremos al lado de la presa “Carrillón” y
su “levada”, hasta encontrar el molino y el puente del mismo nombre.
Cruzamos el río por el puente de piedra que une las parroquias de “Moscoso”
y “Traspielas”, y seguimos adelante entre el espesor de la “Carballeira”, junto
a la presa de Barragán, que es el más extensa y profunda de todo el río.
Una vez más un puente nos permitirá cruzar al otro lado del río. Desde
aquí el camino corre paralelo a la “levada” que lleva agua al “Muiño de
Barragan”, este molino destaca por que tiene dos “moas” (muelas abrasivas).
Seguimos el camino a lo largo del río, siempre rodeado de la vegetación
de ribera espesa y exuberante en el que viven un buen número de especies de
plantas. Más tarde, después de una pendiente suave hacia abajo, encontramos
otro valioso conjunto etnográfico, formado por los “pasos” y el “Muiño de Portacavada”.
Pasamos a lo largo del dique de “Portarramil” y llegamos junto a las tranquilas
aguas de la presa de “Eiras”, que sirve para abastecer a la ciudad de Vigo. El
camino pasa por unos pocos cientos de metros a lo largo del hermoso paisaje de
la presa, inmerso en medio de la “Carballeira”.
A la altura de los “pasos” de “Portaramil”, el límite entre los
municipios de “Pazos” y “Fornelos”, comenzamos a ascender y apartarnos del río,
para visitar las poblaciones de “Moscoso” y “Xunqueiras”. Una vez más inmersos
en la “carballeira”, encontramos un lugar mágico, de repente aparece ante
nosotros un viejo e imponente acueducto de piedra que parece una fortaleza,
donde un arco ojival permite entrar en los restos de una antigua ciudad que se
esconde entre carballos y musgo.
Este lugar es conocido como “A Cidade”, un antiguo castro en el que
posiblemente un pueblo agro ganadero, construyó un poblado formado por pequeñas
casitas semienterradas. Al pasar a lo largo del foso nos encontramos con una de
esas viejas casitas reconstruida. Esta se conoce como “A Casa da Raiña”, y que nos da una idea de lo que pudo
ser hace tiempo.
Continuamos el recorrido sorprendidos por el encanto de la belleza del
lugar, y todavía podemos ver los dos lados del camino los restos de los
edificios, pero ahora más aislado. Unos doscientos metros y estamos en el
extremo más septentrional de toda la ruta. Allí, en una colina sin vegetación
de árboles llamado “O Coto do Castro”, disfrutamos de unas magníficas vistas de
los alrededores.
Siguiendo la ladera Este del “Monte da Cidade” retornamos al acueducto y
pasamos por su parte superior, y tenemos la oportunidad, de aquí, echar un
último vistazo desde la altura de estos muros de este enigmático lugar.
Seguimos avanzando y aprovechamos la “levada” que conducía agua al
acueducto para después de cuatrocientos metros, encontrar el “Muiño do Rabelo”,
al lado de un pequeño arroyo del mismo nombre y rodeado de Carballos y
abedules.
Continuando por la “levada” de
este molino hasta encontrar un camino entre muros de piedra y con una suave
subida que nos llevará hasta el pueblo de “Moscoso” lugar desde el cual
iniciamos esta ruta.
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