Camariñas - Cabo Vilán - Arou - Camelle
(47,66 Km)
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Fecha realización:
(47,66 Km)
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27 de Octubre del 2013
Datos técnicos:
Distancia: 47,66 Km
Ruta Circular: Si
Grado de dificultad: Moderado
Acumulado vertical positivo: 1.234 m
Acumulado vertical negativo: 1.205 m
Altura máxima: 245 m
Altura mínima: 5 m
Tiempo corriendo: 6h 8m
Pausas para visita y fotografía: 2h 2m
Tiempo total: 8h 10m
Descripción:
Mi intención al realizar esta ruta es
recorrer el tramo de "a Costa da Morte" que va desde Camariñas hasta Camelle y luego
regresar al punto de partida cruzando por los montes de la “Serra da Pena
Forcada”. Para ello pretendo seguir desde la salida las indicaciones del
PRG-158 para el camino de ida y otra ruta alternativa para la vuelta.
Poco después de abandonar Camariñas, nos
vamos aproximando a las estribaciones de “Monte do Fradelo” desde donde decido
abandonar momentáneamente el PRG-158 para subir a la cima en donde se encuentra
la “Ermida da Virxe do Monte”. Desde aquí las vistas sobre toda la costa son
inmejorables y en frente a la Ermita vemos al otro lado de la costa el
“Santuario da Virxe da Barca” en Muxía.
La subida a esta Ermita discurre por un camino de tierra y por lo visto cada
año entre finales de Marzo y primeros del mes de Abril se celebra una procesión
que va desde capilla del Carmen hasta aquí. La actual ermita data del siglo
XVIII y dicen que está construida sobre los restos de una mucho más antigua, en
un lugar donde hay constancia de que ya se realizaban ritos para pedir por los
marineros desde muy antiguo. También hay una leyenda que asegura que la propia
Virgen se le apareció a unos pastores.
Continúo mi camino por la costa hasta
“Cabo Vilán” en donde visito su famoso faro después de subir una pista
asfaltada que nos deja en el patio del edificio anexo a este. Después de rodear
el edificio y sacar unas fotografías me decido a entrar y me sorprende
gratamente que en el hay un punto de información y museo, en este momento
también había una exposición de pintura. Por lo visto el faro actual sustituyó
en el año 1896 al antiguo que funcionaba desde 1854 a vapor y fue el primer
faro de España en funcionar con luz eléctrica. Desde el edificio de planta
rectangular anexo al faro, hay un pasadizo cubierto de hace pocos años, que conduce
a su torre, de 25 metros de altura, levantada sobre una masa de rocas a 105
metros sobre el nivel del mar. Su luz alcanza las 40 millas siendo uno de los
faros más potentes de la costa.
Dejo atrás “Cabo Vilán”, y a medida que
me alejo de él su figura se hace aún más grandiosa en el paisaje costero, su
imagen nos acompañará hasta alcanzar “Punta do Boi” en donde en su cara Norte se encuentra el
“Cementerio de los Ingleses”. Llamado así por que aquí se enterraron los
cuerpos de las 172 víctimas del naufragio del buque de la Marina Real Británica, HMS Serpent, que el 10 de Noviembre de
1890 encallo contra las rocas de “Punta do Boi”. Hoy también es un lugar de
homenaje y recuerdo a la memoria de todos los náufragos habidos en estas
costas.
Continuo camino y me encuentro con las vistas
de la playa de Trece, esta se sitúa en un entorno virgen, con forma de ensenada. Está aislada y su acceso es
difícil, pudiendo acceder a ella solo a pie. Aquí nos encontramos con la duna
más alta de Europa que recibe el nombre de “El Monte Blanco”. Por lo visto se trata de una duna rampante de unos
204 metros de altura. En esta duna también se encuentra la “Caramiña”, planta que da nombre al
pueblo de Camariñas.
Después de pasar la parte alta de “EL
Monte Blanco” seguimos por pistas de tierra hasta llegar a la altura de “Santa
Mariña” y desde ahí después de un pequeño tramo por asfalto al llegar al
llamado “Alto da Cruz” tomamos un camino de bajada por el monte que nos dejará
en un camino costero de entrada al pequeño pueblecito de “Arou”, cuya estampa
de casitas multicolores a pie de un mar bravo me dejó una gran impresión. A mi
mente vinieron imágenes de los pueblos costeros de Irlanda o las Highland
escocesas, lugares como Tobermory en la isla de Mull que recuerdo por su buen
whisky. Pero Arou es más natural, digamos que más puro, la palabra en gallego
es “enxebre”. He oído a algunas personas denominar este tipo de arquitectura como
“feísmo urbanístico” típico del rural gallego, debido a su libre albedrio. Para
mí, este libre albedrio, es el fruto del trabajo de sus habitantes en unas
zonas abandonadas a lo largo de la historia por todo tipo de administraciones,
y que han seguido una evolución propia, libre de planes urbanísticos algunas
veces más que artificiosos y que nace del gusto y las posibilidades de cada uno
de sus habitantes.
Dejo Arou y a poco más de dos kilómetros
llego “Camelle”. Voy directamente al espigón del puerto donde se encuentra el
famoso museo al aire libre del llamado alemán de Camelle, Conocido por todo el
mundo por el apelativo de Man. Es una pena el estado en que se encuentra tanto
la que fue su casa como lo que queda de su obra y es una verdadera muestra de
la miseria cultural tanto de nuestros políticos, como de nosotros ciudadanos
que permitimos que un patrimonio como este sea destruido por el poso del tiempo
y las inclemencias meteorológicas. En otros muchos lugares pagarían dinero por
tener algo como esto como reclamo turístico. Aquí llegan todos los años miles
de personas a visitar el llamado Museo de Man y a cada día que pasa va quedando
menos de su obra. A veces tenemos más de lo que nos merecemos.
Después de recrearme un rato con las
grandes olas que rompen contra el espigón de Camelle, continúo mi camino para
emprender el regreso a Camariñas. Después de un
tramo de asfalto de unos dos kilómetros, tomo un camino de ascenso que
me lleva a la parte más alta de la “Serra da Pena Forcada”, en donde después de un tramo de subida más
agreste, una vez arriba, corro entre caminos de tierra que dan servicio a los
múltiples aerogeneradores que aquí hay. Al llegar al punto más alto echo una
última mirada a mi alrededor para disfrutar del paisaje de costa y monte, para
luego emprender el regreso a través de caminos, que me llevan por el “Monte da
Braña”, pueblecitos como Brea y Pedrouso, “Monte da Penas”, “Monte das Seixas”
y “Alto das Rubias” para luego bajar a la carretera de entrada a Camariñas que
me lleva al lugar de partida.
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