Seoane do Courel - Paderne - Mercurín, Ruta do río pequeno.
(15,69 Km)
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Fecha realización:
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12 de Mayo del 2013
Datos técnicos:
Distancia: 15,69 Km
Ruta Circular: Si
Acumulado vertical positivo: 720 m
Acumulado vertical negativo: 708 m
Altura máxima: 973 m
Altura mínima: 479 m
Tiempo corriendo: 2h 56m
Pausas para visita y fotografía: 54m
Tiempo total: 3h 50m
Ruta Circular: Si
Acumulado vertical positivo: 720 m
Acumulado vertical negativo: 708 m
Altura máxima: 973 m
Altura mínima: 479 m
Tiempo corriendo: 2h 56m
Pausas para visita y fotografía: 54m
Tiempo total: 3h 50m
Descripción:
Esta ruta tiene inicio y fin en la localidad de “Seoane do Caurel” y se denomina “Ruta do río Pequeño”, está balizada con postes que la identifican como ruta 4 ya que en la zona hay otras con diferente numeración. Desde su inicio es un continuo ascender que nos adentra en el paisaje rural y natural del Caurel. Subimos por caminos de uso rural y pequeños senderos. A medida que ascendemos vemos como evoluciona el paisaje siempre envueltos en medio de arboles, muchos de ellos centenarios. En algunas zonas fruto de temporales pasados nos encontramos troncos derribados que atraviesan el camino y algún que otro sendero estrecho que a sufrido derrumbamientos y hay que sortear con cuidado. El primer pueblo de montaña que nos encontramos es “Paderne”, en este tuve un par de encuentros curiosos con el ganado local. Entrando en el pueblo me encontré una vaca que se dirigió hacia mí como observándome, pero al ver que seguía mi marcha hacia ella se pego un gran brinco como si se asustase para luego seguir su camino original. Resulto ser la avanzadilla de un grupo de vacas que estaban bajando hacia sus establos y que me obligo a parar en mi marcha de ascenso a la espera de que pasaran. Lo más gracioso fue ya a la salida del pueblo, iba corriendo y veo que sale a mi paso con grandes ladridos y gran perro que luego se situó detrás de mi ladrando, al poco rato me encuentro con un rebaño de ovejas y en seguida lo relacione con estas, las estaba protegiendo, pero también estaba avisando a su dueña, una señora muy mayor pero al mismo tiempo con mucha energía que las seguía. Cuando me la encontré recibí una pequeña bronca por su parte diciéndome que le asustaba las ovejas y le iba a deshacer la formación del rebaño, en ese momento tomé conciencia de mi condición de “Friki Urbanita” mal que me pesara y de lo raro que tiene que ser para las gentes de toda la vida de este lugar ver un tipo corriendo montaña arriba sin motivo aparente (es para pensárselo). Para tranquilizar a la señora me paré hasta que estas pasaran. No sé si es el entorno natural y sin contaminación o la propia selección natural en estos entornos pero puedo decir que da gusto ver a una persona tan mayor y al mismo tiempo activa con sus ovejas y el buen perro que la guardaba.
Después de este encuentro continué mi ruta, después del pueblo viene un pequeño tramo de descenso para luego subir por unas cuestas muy pronunciadas (20 a 23% de desnivel) por un sendero bastante estrecho que hace más difícil el subirlo corriendo. Así hasta la cima de “Castro de Brio” desde donde podemos ver todo el valle y los pueblecitos que se pegan a sus montañas. A partir de aquí todo es camino de bajada pasando por el pueblo de “Mercurín” enclavado en un impresionante “Souto” (bosque de castaños). Al abandonar este nos encontrarnos con un denso “Aciñeiral” (bosque de encinas) en las llamadas “Taras de Mercurín”. Sigo bajando hasta la “Ferreria de Locay” en donde hay un panel de información. Desde ahí tras una pequeña subida llego al punto de partida.
Después de este encuentro continué mi ruta, después del pueblo viene un pequeño tramo de descenso para luego subir por unas cuestas muy pronunciadas (20 a 23% de desnivel) por un sendero bastante estrecho que hace más difícil el subirlo corriendo. Así hasta la cima de “Castro de Brio” desde donde podemos ver todo el valle y los pueblecitos que se pegan a sus montañas. A partir de aquí todo es camino de bajada pasando por el pueblo de “Mercurín” enclavado en un impresionante “Souto” (bosque de castaños). Al abandonar este nos encontrarnos con un denso “Aciñeiral” (bosque de encinas) en las llamadas “Taras de Mercurín”. Sigo bajando hasta la “Ferreria de Locay” en donde hay un panel de información. Desde ahí tras una pequeña subida llego al punto de partida.
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